El nuevo vermú de siempre, con un nuevo proceso de elaboración en el que se añaden otros ingredientes para lograr un sabor único. Macerado en barricas de 300 litros de segundo año, que antes habían tenido vino, durante 6 meses, lo que le aporta un volumen y cuerpo en boca que lo hace único. Ámbar limpio y brillante, de notas balsámicas, anisadas y herbáceas. Dulzor medido, sensación aterciopelada, amargor suave. Vía retronasal se aprecian aromas de hierbas aromáticas y especias. Ideal como aperitivo.