Cultivada en la alta Normandía entre dos y tres años en una zona de algas y de aguas dulces debido a los ríos subterráneos que se filtran entre los famosos acantilados de Etretat. Se caracteriza por su perfección y equilibrio en boca entre la dulzura de su carne y su gran sabor marino del atlántico. Su tradicional proceso de cultivo y su sabor único la premia con Medalla de Bronce 2013 y Medalla de Plata 2015, 2016 y 2018 en París